Jardín alentado en 1956 por Joaquín Romero Murube y trazado por Javier Winthuysen, paisajista sevillano cuyas creaciones llegaron hasta los jardines de Villandry. Se organiza alrededor de una lámina de agua que continúa recreando tipológicamente ese arquetipo que es el jardín sevillano, síntesis de influencias islámicas, renacentistas y románticas, que ambos intelectuales ayudaron a consolidar.
Franqueado por cipreses, su vegetación de aroma clásico combina setos de tuya, acantos, naranjos y rosas.
El nombre del jardín hace referencia al grupo literario de la generación del 27, de la cual era miembro Joaquín Romero Murube, quién transformó este lugar en un centro de reunión de poetas como Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Luís Cernuda o Vicente Aleixandre. Incluso, tras la contienda de 1936, parece que fue refugio efímero del poeta Miguel Hernández, a quién hizo pasar por jardinero.